Esto también es baloncesto...

jueves, 8 de diciembre de 2011

¿De verdad nos hemos perdido tanto?

  La noticia del acuerdo entre jugadores y propietarios me pilló con los pantalones bajados, literalmente. Estaba en el baño cuando mi hermano pequeño gritó con su vocecilla estridente: "¡Hermano, están hablando de baloncesto en la tele!". En ese momento salí apresuradamente del baño (con los pantalones bajados, por supuesto) y observé en el informativo de la noche como Sergio Sauca hablaba de la vuelta de la NBA (ya es oficial, será el mejor regalo de Navidad). En principio la noticia me impactó, como lo hizo que la NBA no empezará a su debido tiempo. Después ya fui asimilándolo y disfrutando de la idea de que podría volver a ver los partidos los viernes por la noche en Cuatro (aún no tengo Digital Plus, tiempo al tiempo), leer artículos sobre la NBA en Gigantes del Basket o ver los highlights que nos deja cada madrugada por Internet.



 Terminó el telediario y me tumbé dándole vueltas al asunto. A medida que lo pensaba me di cuenta de una cosa: el tiempo sin NBA no había sido un suplicio. Es más, ¿de verdad es tan positivo para los amantes del baloncesto el que vuelva la competición por Navidad? Aquí van algunos de las reflexiones que impidieron que me durmiera hasta bien entrada la noche:


 Volvamos a lo de antes: había continuado con mi vida normal aún sin NBA, cosa que me parecía improbable durante el verano. Había sido feliz durante este período, y mi existencia no había perdido el sentido ante la falta de afroamericanos haciendo mates. Es más, gracias a este parón he sabido apreciar mejor algunas cosas, como por ejemplo, el alto nivel del baloncesto europeo. Las personas tendemos a despreciar lo nuestro, lo que nos pertenece. Miramos lo ajeno pensando lo increible que resulta, y lo cutre que parece nuestro "producto" comparado con el suyo. Pero no amigos, no es así. A nivel nacional por ejemplo. La ACB es la segunda mejor competición nacional del mundo, bien es cierto que tras la NBA, todo sea dicho. Nuestros internacionales ,por ejemplo; ¿alguien duda de que Claver no podría hacer un mate en alley-hoop trás recibir un pase de Víctor Sada, en un contraataque orquestado por Sergio LLull tras un rebore poderoso de Felipe Reyes? Yo por lo menos no. La muñeca de Teletovic, el chicle con nombre Bernardo, la efectividad de Rafa Martínez o la velocidad de Aaron Jackson, ¡todo eso se puede ver en las canchas españolas cada fin de semana! ¿A qué es como si nos hubieran abierto los ojos ahora que no hay nada mejor que ver? Pues a eso me refiero cuando digo que la NBA no está tan lejos como pensamos. Una manera de observarlo es fijándonos en el rendimiento de los jugadores NBA que han emigrado, no es tan espectacular como se preveía. La gente pensaba que Rudy iba a llegar y a machacar a todos sus rivales, pero su rendimiento ha sido bastante inferior que el que demostró en el DKV antes de irse, aún con algunas actuaciones muy buenas. Ibaka no ha carburado tan bien como en el Nuevo Continente, Reggie Williams ha pasado de ser un jugador de 12-13 puntos en la NBA a ser uno residual aquí, Seraphin no ha dominado los tableros etc... En el panorama europeo también se aprecia irregularidad. Hay jugadores que han destacado mucho, como Kirilenko en el CSKA, Pekovic en el Partizán, o Batum en el Nancy. En cambio, ¿qué me dicen de Gallinari, que parecía más un epectador que un jugador en el partido del Real Madrid con el EA7 el pasado jueves?¿Y de Vujacic, que ha fracasado estrepitosamente en su aventura turca?¿Y de los americanos del Zalgiris, que estaban en un pedestal pero no han resultado para tanto? Todos estos son jugadores que estaban disputando la Euroliga. ¡Ahhhh, la Euroliga! Aunque no lo crean.....¡Tampoco se disputa en América¡ ¿No es increible? En ella grandes figuras demuestran su talento. Diamantidis, que sigue dirigiendo como nadie en los momentos calientes, Lorbek, que lleva su mochila cargada con talento y un espectacular juego de pies siempre que viaja por europa y quizá el ejemplo más claro, Juan Carlos Navarro, el MVP del último Eurobasket, por delante de figuras como Pau Gasol, Nowitzki o Parker, estrellas de la NBA. ¿Ellos no podrían despuntar en la NBA? Yo creo que sí.



Cuando llegué a esta conclusión ya habían dado las 12 y estaba ya que no podía tener los ojos abiertos, pero aún tuve un último pensamiento. Creo que el lockout puede resultar una experiencia positiva. Me explico, la mayoría de nosotros tenemos a las estrellas de la NBA en un pedestal, los vemos como si vivieran en otro mundo que no fuera el nuestro, ajenos a toda preocupación y problema. Pero gracias a esta situación nos hemos dado cuenta de que no están tan lejos, de que los juagdores también tienen problemas, que no están por encima del bien y del mal, y que son más parecidos a nosotros de lo que deja ver el actual panorama deportivo.

En este momento debí dormirme, porque ya no me acuerdo de más, pero toda esa reflexión ma llevo a hacerme una pregunta a la mañana siguiente:

   ¿De verdad nos hemos perdido tanto?




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