El UCAM Murcia mostró una gran imagen al vencer por una diferencia de 22 puntos (76-54) al Fiact Mutua Joventud , lo que le permite volver a la senda de la victoria después de 6 partidos sin probarla.
El partido se disputó el 5 de febrero en el Palacio de los Deportes de Murcia, y era perteneciente a la 19ª jornada de la ACB. Se enfrentaban el UCAM Murcia y el Fiact Mutua Joventud de Badalona. El UCAM ocupaba la penúltima plaza de la tabla de la ACB, mientras que el Joventud estaba en 14ª posición. El partido suponía el debut de Óscar Quintana en el banquillo del UCAM Murcia. Joventud no pudo contar con Jordi Trias, mientras que el equipo murciano contaba con toda su plantilla.
¡Por fin volvemos a ganar!
Ya se sabe lo que dicen, entrenador nuevo, victoria segura. Gracias a Dios, la regla se cumplió hoy en el Palacio. No creo que todo sea gracias al entrenador, los jugadores salieron muy motivados y el rival tampoco dio mucha guerra, pero una victoria para coger confianza e ir hacia arriba siempre viene bien. Espero que no sea solo el debut, sino que el nuevo entrenador nos lleve a mantenernos en la categoría.
Todo hay que decirlo, no había mejor partido que este para coger confianza. La base del "nuevo" UCAM es meter balones dentro, y, aunque no hubiera sucedido seguiríamos teniendo superioridad, el jugador más duro del Joventud, Jordi Trias, estaba lesionado. Excepto las dos primeras jugadas en ataque del Joventud, en las que anotaron por fallos de los del UCAM, el partido fue de claro dominio pimentonero. A estas dos primeras acciones las sucedió un parcial de 12-0, gracias al cual tomamos la iniciativa del partido, que no soltaríamos hasta que acabó. Los buenos sistemas defensivos y el cerrar el rebote son matices que aún perduran de la etapa de Luis Guil, a lo que se ha sumado una dureza interior que hace parecer la zona del UCAM un matadero para los exteriores que penetran y para los interiores que intentan subir el balón. Si esto sigue así, los jugadores de los otros equipos van a tener que sudar tinta para anotar en el Palacio. A lo que iba, gracias al parcial nos pusimos 8 arriba. Pero la cosa no se acababa ahí, después otro parcial de 7-0 hizo que el marcador fuera de 21-9. Baez anotó 5 puntos al final del cuarto, que acabó 21-14.
Al principio del cuarto salió a la cancha por parte del Joventud su jugador más determinante, el pequeño Pooh Jeter, pero no estuvo bien, lo que benefició al UCAM. El equipo siguió con la buena defensa y haciendo algo que se le echaba en falta: correr. Otro parcial de 8-0, con un parón de 5 minutos para arreglar el reloj, que dio problemas todo el partido, de por medio, hizo que nos colocáramos con 15 puntos de ventaja (29-14). Después del parón temí que los jugadores perdieran la concentración, pero mi temor era infundado y no ocurrió. Más tarde, al igual que el primer cuarto, Joventud anotó 5 puntos al final, esta vez Jelinek, para que el marcador en el descanso fuera de 32-23. En el cuarto se apreció otro detalle que no se ponía en práctica con Guil: el equipo presionó a toda la pista. No fue determinante en el partido, pero me parece interesante comentarlo, a lo mejor en otros partidos si que nos es útil.
El tercer cuarto fue el más anotador del partido, con un parcial de 12-11 en los primeros 3:30 minutos. Después se paró un poco el vendaval ofensivo, pero siguió siendo un cuarto muy dinámico y con muchas carreras de arriba a abajo y viceversa. El Joventud se llegó a poner a 8 (50-42), pero los jugadores supieron responder y acabaron muy bien el cuarto, con 55-44 en el marcador. Aquí llegaron viejos fantasmas, hacía dos semanas que habías empezado el último cuarto con una ventaja similar en el marcador, también en el Palacio, y habíamos perdido. Ahora teníamos que espantarlos para que no volvieran.
Y vaya si lo hicimos. El último cuarto fue el mejor de todos, con los jugadores demostrando una confianza nunca antes vista, y con un Sekulic dominante campando a sus anchas bajo los aros. Además, Rivero impuso el ritmo de partido que mejor nos convenía en cada momento. Al final, la diferencia fue acentuándose hasta ser de más de 20 puntos (76-54), un bálsamo para los jugadores y para la afición.
Algo que me gustó, y lo siento por ellos, es que Rejón y Sergio Pérez, los dos jugadores más residuales del equipo, no jugaron ni un minuto. Eso significa que Quintana tiene definidas las rotaciones y los roles de cada jugador, cosa imprescindible en un entrenador. Los mejores del partido fueron Udoka, que hizo su mejor partido desde que está en el equipo de la capital del Segura, con 20 de valoración, y Augustine, que siguió con su línea, valorando 23. Por parte del Joventud, destacó Baez, con 18 puntos.
En boca de Quintana
"Solo hemos dado un pasito, debemos dar muchos pasos para mantenernos en la categoría y estar en ella un año más"
"Debemos ser como un yunque: aguantar todos los golpes hasta convertirnos en martillo para poder asestar nosotros los golpes"
"Doy las gracias a la afición, pero le digo que habrá momentos en los que todo no vaya como hoy"
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