Cuál es el jugador más determinante en una cancha de baloncesto II: el alero alto

Para comenzar con los análisis lo primero que haré será dejar una cosa clara. Todo lo que aparecerá escrito hoy y días posteriores es fruto de reflexiones y opiniones personales mías, no está escrito en ningún lugar y, si lo está, yo no lo he leído. Aparte, cada persona puede considerar que lo que escriba es erróneo y tenga otra opinión. Pero repito, todo lo que escriba es desde mi punto de vista, no del de los expertos. El orden de publicación de los capítulos irá, a mi juicio, desde la posición menos “influyente” a la que lo sea en mayor medida. Es paradójico, pero el supuestamente mejor jugador del mundo, Lebron James, ocupa la posición menos influyente, la de alero alto.

Perfil de alero alto:Yo lo defino como un jugador fuerte, con capacidad para postear, entre 1,98 y 2,06 metros de altura, no excesivamente rápido ni ágil, aunque hay excepciones. En ataque, puede tanto penetrar, como tirar desde fuera, como postear. En defensa, ayuda en el rebote, defiende a otros aleros altos y, en ocasiones, también a ala-pívots. No es excesivamente espectacular, es más un jugador de equipo, a menos que tenga mucha capacidad de salto. A nivel psicológico es poco “influyente” porque se encarga de los intangibles, no mete las canastas psicológicas, ni pone los tapones intimidadores, solo está ahí, ayudando.

El alero alto. Para demostrar lo poco influyente que resultase puede tomar por ejemplo la incorporación de jugadores de baloncesto en categorías de formación. Si sabes botar muy bien, eres base; si eres grande y fuerte, pívot; si anotas con facilidad, escolta, y si no sabes hacer nada o no tienes las características de los dos anteriores, eres alero alto. Otro ejemplo es que hay equipos que juegan sin él. Sin ir más lejos, este verano la Selección Española se convirtió en campeona de Europa jugando con dos escoltas, Rudy y Navarro, y aun así, ganamos.

Larry Bird, el mejor alero alto de la historia.

El alero alto es una mezcla de jugadores, ni siquiera es una posición original en sí misma. En un inicio, no existía. Había bases, aleros y pívots. Cuando la altura de los jugadores no era la actual, solo existían esas tres posiciones. Después, cuando se “especializó” cada posición por la talla de los jugadores, hubo que dar cabida a dos más: la de alero alto y la de ala-pívot. Más tarde se ha visto que el alero alto puede meter nuevas variantes en el juego del equipo, pero la mayoría son cubiertas en mayor medida por las posiciones “puras”.

¿En qué “influye”un alero alto en el juego?

Lo que en mayor medida aporta el alero es polivalencia,p uede anotar, rebotear y asistir. Si bien es cierto que, aunque me parezca el menos influyente, a nivel estadístico suele ser el más completo. Históricamente, los aleros han tenido estadísticas espectaculares: Larry Bird, Rick Barry, Scottie Pippen, Lebron James o Kevin Durant, los mejores aleros altos de la historia. Pero si lo analizas minuciosamente te das cuenta de que: Larry Bird inspiraba a sus compañeros y era el mejor ejemplo a seguir; Pippen era alto, pero rapidísimo y capaz de defender a escoltas; Barry era más marketing que calidad; Lebron James es el elemento físico culminante y Durant juega más como un escolta. Ninguno de ellos es el alero alto “normal”.

5º puesto para el alero alto como jugador más influyente

Lo descarto como jugador más influyente y lo coloco como último de la lista por varias razones. La primera, porque cuando juega lo hace aislado. Su juego solo es útil contra otros aleros altos, en su propio mundo. Cuando a alguien se le ocurrió la posición, los demás equipos ficharon cada uno a un alero alto para defender a ese primero. Si no existiera la posición, si a nadie se le hubiera, ocurrido, no se perdería nada. Lo que hacen lo pueden hacer el resto de jugadores. Otra razón es porque puede que no te enteres de que están jugando si no miras la estadística al final. La mayoría son invisibles, no meten las últimas canastas, ni protagonizan las jugadas espectaculares. Suman con los intangibles, reboteando, asistiendo, jugando sucio, etc. Aún así, aquí estoy hablando de lo que yo considero "influencia", la de alero alto me parece la posición más interesante y la que más variantes puede dar a un equipo, permitiendo a los entrenadores poner en práctica nuevas estrategias y jugadas.

Cuál es el jugador más determinante en una cancha de baloncesto I:Prólogo

En primer lugar, me gustaría pedir perdón porque llevo un par de meses sin publicar ningún tipo de opinión, análisis o artículo que vaya más allá de una simple crónica del CB Murcia. Me disculpo y achaco este bajón en la cantidad y calidad de artículos de "A pie de pista" a que he tenido un esguince de tobillo con el que no he estado de humor para pensar ni crear nada y a que la época de exámenes me ha pillado junto con eso. Para compensar, las próximas dos semanas publicaré un pequeño proyecto con el que he analizado cuál es el jugador en una cancha de baloncesto que mayor impacto tiene en el juego. No el nombre de jugador más determinante, sino la posición; base, escolta, alero, ala-pívot o pívot, un capítulo por posición. Me gustaría no hablar con la pared y que alguno de vosotros opine y comente sobre el tema posteriormente a su publicación. Empecemos.

Con esto ya aclarado y justificado, me dispongo a empezar con el tema. Para comenzar, una pregunta, ¿qué es un jugador influyente? No con ello me refiero a los jugadores que mayor valoración suman al término de un partido, o de una temporada entera, ni tampoco a los que más puntos meten, o a los que más rebotes cogen. Con "influencia", me refiero al impacto que produce un jugador en el juego. Ni más ni menos. Podrías decir que el jugador que más puntos anota o que más valoración suma es el más "influyente", y en muchos casos estarías diciendo la verdad, pero una cosa no tiene que ir con la otra siempre. La "influencia" de un jugador es más amplia que simples números. Tiene parte defensiva, por ejemplo. La defensa tiene estadísticas eminentemente defensivas, robos, tapones o rebotes, pero es mucho más que fríos números. ¿Hay alguna estadística que mida los minutos que se pasa un jugador en posición defensiva durante un partido? ¿Alguna que cuente los codazos recibidos por estar pegado a tu par todo el tiempo? ¿Y qué sume el número de veces que el rival ha dejado de botar o ha tenido que hacerlo por tu presión? Eso también es defensa, es más, es más importante que la parte de estadística. Para llegar a esta conclusión me fijé en el premio al Jugador Defensivo del Año en la NBA. Junto con las bestias taponadoras, las estrellas que aparecen en la quiniela por su nombre y los ladrones más pillos, sobresale siempre la figura de Shanie Battier. Ese es "el jugador defensivo" del que hablo. El que defiende a los buenos, el que se pega con todos, un jugador muy "influyente" a nivel defensivo, aunque no ponga cinco tapones o haga seis robos.

Para mí, el más influyente

También está la parte psicológica, la que en mi opinión es la más importante, pero también la más difícil de medir y ver si no se está dentro del campo. Hay jugadores que no tienen precio a nivel psicológico. Ya sea por el ánimo que den, por el miedo que inspiren o por lo que "influyen" en el juego de sus compañeros, estos son casi siempre los más "influyentes" de todos. El "gran capitán", que es el que anima a los jóvenes y el que pone en vereda a los americanos, es el mejor ejemplo. El que da miedo por llevar el 80% del cuerpo tatuado también es de este tipo de jugadores. A veces merece la pena renovar a un tío de 35 tacos por el buen rollo que tiene y por lo que anima a los jóvenes, aunque dentro de la cancha no sea gran cosa. De todas formas, este es el aspecto en el que menos puedo fijarme por lo dicho anteriormente, que no se puede medir.

La "infuencia" se sale de la estadistica

Para terminar con la definición de jugador "influyente", pondré el ejemplo del que, para mí, lo es en mayor medida de toda Europa: Sofoklis Schortsanitis, "Big Sofo", del Maccabi de Tel Aviv. No es el jugador que más anota de su equipo, ni el que más rebotea, ni tampoco el más valorado. Su "influencia" va más allá. Sofo es un jugador de 140 kilos, negro, enorme y poderosísimo. Cada entrenador rival tiene que preparar dos partidos contra el Maccabi: en el que está y en el que no. Con él en cancha, por sus manos pasa todo el juego. En ataque, sus compañeros no dejan de pasarle el balón todo el tiempo, los rivales tienen que hacer defensas dobles y él pasa el balón al hombre solo o los aplasta para meter canasta. Y en defensa no hay nada que intimide más que un muro negro inamovible delante de ti. La lástima es que el chaval no puede jugar más de 25 minutos por partido o le daría algo por sus problemas de peso.

Ahora que ya sabéis lo que es un jugador "influyente" podréis juzgar lo que escriba proximamente. Esto solo ha sido la introducción, en un par de días comenzaré con la acción. Es que estoy hecho un poeta. Espero que disfrutéis leyéndolo en "A pie de pista".

Un nuevo paso por la permanencia

El UCAM Murcia brilló en una sobrada victoria contra Blancos de Rueda Valladolid (85-56), continuando con su buena racha en casa y hundiendo aun más a los vallisoletanos en el descenso.

El  nuevo fichaje, Douby

El encuentro se disputo el 18 de marzo de 2012 en el Palacio de los Deportes de Murcia, y pertenecía a la jornada nº 25 de la ACB. Se enfrentaban el UCAM Murcia y el Blancos de Rueda Valladolid, nº 16 y 18 de la clasificación respectivamente. Cada equipo contaba con una nueva incorporación para el choque: Douby el Murcia, Songalia el Valladolid.  

No sé si es que en el Palacio apretamos tanto que los rivales se amedrentan, o si los aros están trucados, pero lo que si es cierto es que llevamos 4 victorias consecutivas en casa, eso si es un hecho. El equipo se transforma jugando aquí y hoy, aunque el rival no haya puesto mucho de su parte, los jugadores han jugado un partido que ha dado gusto verlo. Defendiendo a tope, robando balones, corriendo al contraataque... Se ha hecho todo bien y por eso la abultada victoria. Ojalá sigan jugando así de bien, aunque solo sea en casa.

El principio del partido fue para el UCAM, y el resto, también. Quintana mentalizó a los titulares para que salieran a defender como perros de presa, y eso es lo que hicieron. Esta defensa propició contraataques, y que con 4 minutos jugados estuviéramos arriba 11-2. Cuando se dio descanso a los titulares, los jugadores de la segunda unidad no supieron mantener la intensidad defensiva mostrada anteriormente, con lo que el Valladolid consiguió anotar más facilmente. Con un parcial de 0-7 conseguido por los de Pucela y una canasta de Douby (el nuevo) en el último segundo el primer cuarto se acababa 18-14.

En el segundo cuarto los dos equipos sufrieron un colapso ofensivo que duró varios minutos. No se movía bien el balón en ataque y no se corría. Ante esto, el UCAM supo aprovecharse endosando un parcial de 10-0 a los de Pucela, a cámara lenta, eso sí. El final del cuarto si que tuvo muchas canastas, todas las que no se habían metido antes entraron ahora, incluidos 3 triples del equipo local y un par de canastas de Miso, gracias a lo cual se llegó al descanso con ventaja en el marcador (40-26).

Aunque el partido estaba bastante encarrilado, nada dejaba entrever lo que ocurriría durante la 2º parte: parcial de 26-10 en el tercer cuarto para dejar finiquitado el partido. Udoka se puso en modo Jordan (hizo su mejor valoración desde que juega en Murcia, 29), cogió rebotes , dio asistencias, robó balones... pero todo sin inmutar se lo más mínimo. Cuando Quintana lo cambió a falta de 4 minutos de este período recibió una merecidísima ovación. El cuarto acabó con un marcador de 66-36, con eso está todo dicho.

Los minutos de la basura tienen su definición gráfica en el último cuarto de este partido. No nos sirvió, ni a nosotros para despegarnos más, ni a ellos para recortar diferencias. El entrenador aprovechó para dar minutos y confianza a Franch y Douby, y hasta hubo tiempo para que Sonseca se picara con la Zona Pimentonera, pero de muy buen rollo, que para eso íbamos ganando de 30. Al final, (85-56), y la sensación de que somos un equipo MUY de la ACB.

Ya se aprecia un cambio

El UCAM Murcia derrotó al Gran Canaria 2014 (76-60), gracias a una muy buena segunda parte y al  saber desenvolverse muy bien durante los últimos minutos.


El partido se disputó el 7 de marzo en el Palacio de los Deportes de Murcia. Se enfrentaban el UCAM Murcia y el Gran Canaria 2014, en la jornada nº 23 de la ACB. El UCAM necesitaba la victoria para estar una semana más fuera del descenso y el Granca para no acercarse a él. El UCAM no pudo contar con Josep Franch, pero sí con una nueva incorporación: Jerrells. El equipo canario tenía a todos sus efectivos.

Después del primer partido de esta temporada le dije a mi padre: "No creo que muchos equipos ganen en el Palacio este año" y, a excepción del Lagun Aro y el Monbús, menos contra los grandes aquí los estamos ganando. Luego fuera de casa ya es otra historia, pero tres victorias seguidas en Murcia son algo muy positivo. Y no solo es que se gane, sino también es como se gana, permitiendo solo 20 puntos en la segunda parte y sabiendo como jugar (por fin) los últimos minutos. Esto va cada vez mejor, y, si se sigue ganando aquí y no se cometen errores tontos, el equipo seguirá el año que viene en la ACB.

Menos el 0-6 de inicio del Granca (hasta el final la tónica del partido fueron las rachas y los parciales), la primera parte del partido fue muy igualada. Los fallos desde la línea de tres de los canarios tras este buen inicio permitieron que no se escaparan y, gracias a la fortaleza interior personificada en la figura de James Augustine, se llegó al final de los primeros 10 minutos con empate a 18.

En el segundo cuarto se apreció mucho la ya mencionada irregularidad, con 0-7 de inicio para el Granca, un nuevo 7-0 para Murcia y de nuevo un 0-7 para el equipo amarillo, al cual este ritmo de partido sin control le iba como anillo al dedo, sobre todo gracias a la buena dirección de Tomás Bellas, el cual anotó un triple de 8 metros sobre la bocina para que su equipo se fuera 4 puntos arriba al descanso, 36-40. El UCAM estaba atacando bien, pero le faltaba defender un poco más y cerrar el rebote.

La segunda parte fue casi en su totalidad controlada por el equipo de casa, que ya de inicio defendió muy bien, dejando a los rivales en tan solo 4 puntos anotados cuando faltaban 4 minutos para llegar al ultimo cuarto, (51-44). Pero todo el trabajo se deshizo cuando Bramos se puso en modo Jordan y volvió a meter al Granca en el partido (54-53). Udoka anotó una última canasta antes de entrar al último cuarto, 56-53.

Aún habiéndose dejado remontar, los jugadores salieron a la cancha con la mentalidad de ganar el partido, y no pudieron hacerlo mejor: parcial de 20-7 en este cuarto, una defensa de libro, un par de contraataques y los tiples de Barlow fueron más que suficiente para acabar con una nueva victoria (76-60) y recuperar el basketaverage (que era de -12).

El nuevo.

El mejor del partido fue Augustine, como de costumbre, con 17 puntos y 10 rebotes. También jugó muy bien Barlow, que valoró 20. La nueva incorporación, Jerrells, anotó 13 puntos. En el Granca el más sólido fue Xavi Rey con 10 puntos y 10 rebotes.